jueves, 7 de noviembre de 2013
jueves, 25 de julio de 2013
EPITAFIO
Unos fijan los ojos en la antorcha,
quizá en el terciopelo ebrio de la sangre,
yo en los momentos más dramáticos,
me fijo en los zapatos del herido,
del que llega en patera
cosido a puñaladas por el mar
o del ladrón que huye con el bolso.
En la última tragedia
con que la puta vida nos ha zarandeado
para hacernos conscientes del regalo
que es vivir sin salud
pagando medicinas con las migas
del mal comer,
desahuciados, recortados a cachos,
vi una fotografía en la que unos zapatos
insolentes me buscaban los ojos
para que yo escribiera este epitafio:
murieron con zapatos preparados
para la fiesta grande del patrón
y llegaron confusos al infierno.
Elvira Daudet, julio 2013
jueves, 6 de junio de 2013
viernes, 24 de mayo de 2013
martes, 23 de abril de 2013
ABRIL, MALDITO ABRIL
La
luz pura de abril esconde mil cadáveres.
El
poeta se inclina, se descalza,
en
un zapato deja los lentes con cuidado,
y
al final besa el Sena con labios temblorosos
de
lirio, que se entrega musitando los versos
del
más triste poema de amor que se haya
escrito,
entrecortado
por los golpes de agua.
(Las
furias maldijeron su linaje
y
Hitler hizo el resto: lo redujo a cenizas.
Él
se salvó, mas con el alma herida.
¿Quién
podría recomponer la vida
con
el humo de los cuerpos amados,
un
botón inocente, una fotografía;
huir
de la tortura de imaginar sus muertes
en
las grises salas del manicomio?
A
veces, sólo a veces, salvaban las palabras:
los
rezos familiares en hebreo,
las
ingenuas palabras en rumano
llegadas
en socorro de la infancia,
las
amorosas palabras en francés,
y
los versos de Schiller o de Goethe
-demasiados idiomas
para
cantar la angustia un hombre solo-.
Consolaba el amor, inevitable
riesgo,
fulgurante pared de hielo
que
debía ascender para alcanzar el Gólgota).
Desde
que lo abrazara con el último aliento,
no
se puede mirar la piel del Sena
sin
hallar los pétalos morados de sus versos
en
la líquida lengua de ramera
que engulle y regurgita cuanto toca,
como
hizo con el cuerpo maltratado
del
más conmovedor de los poetas.
Elvira
Daudet, marzo 2010
miércoles, 20 de febrero de 2013
LIBERTAD
Desde niña intuí que eras muy cara
al ver los descarnados rostros de tus amantes
-a esas alturas, la mayoría había muerto
con tu nombre de azúcar en los labios
y un extraño fulgor en la mirada-.
Loca de mí, seguí su mal ejemplo
y me enganché al batallón de parias
que por hallarte pierden cuanto aman.
Nadie me dijo nunca al perseguirte
que debería dejar en el camino
tajadas, aún sangrantes, de mi propio corazón;
desprenderme del sueño del amor,
romperme las costuras del cuerpo,
desfondarme, y vaciarme entera.
No imaginé que ahora, al cabo despojada,
te hallaría en el postrer recodo.
Finalmente soy libre, sin amos, sin horarios,
libre de decir lo que quiera, llueva
o no el azufre, pues nada pueden hacerme ya.
Mas me sabes a poco, perdona que te diga;
ni por asomo eres la libertad soñada.
Libertad a deshora no me sirves
cuando todo hace aguas, el mundo retrocede
y los jerarcas celebran tus exequias;
yo confirmo que tengo la pólvora quemada
en batallas perdidas,
y el corazón latiendo a toda prisa
como vierte el reloj la última arena,
avanzando hacia nada.
Libertad, tus alas llegan tarde, con sarcasmo,
a una guerrillera quebrada por la artritis,
a la amante con ceniza en la sangre
que fuera ardiente lava,
a una madre que es nicho de sus hijos.
Y es más, sin esperanza
de que pueda llegar el hombre nuevo
a este lodazal sin adjetivos.
Libertad que me duele como una puñalada
al ver que mis hermanos vuelven a ser esclavos.
Y ahora te pregunto, ¿de qué puedes servirme
sin cuerpo ni energía para cambiar el mundo?,
sin amor, ¿de qué sirves?
Yo necesitaría un corazón para estrenar
contigo Libertad, para vivirte
y sorberte hasta el tuétano la esencia,
y tú sólo me sirves de notario
para firmar mis últimas palabras.
Elvira Daudet
miércoles, 6 de febrero de 2013
sábado, 26 de enero de 2013
viernes, 11 de enero de 2013
BALANCE
Todo está consumado, es hora del silencio.
Os di la entraña,
lo que tuve más mío y verdadero
en el extraño viaje
que me correspondió:
el frío violeta y el horror de la España
del grito sofocado por los ríos de sangre
que pudrieron mis ojos infantiles.
Los grumos del dolor inconcebible,
mis tres mejores versos, escritos al futuro
en la sangre más joven, más entera,
coagulada en las rosas fallidas del invierno.
Abrí sin compasión los labios de la herida
para mostrar el cráter de lavas destructoras,
la triste cordillera de cenizas
que invadieron la aorta y ahogaron el amor.
Es hora de callar, todo está dicho.
Elvira Daudet
Os di la entraña,
lo que tuve más mío y verdadero
en el extraño viaje
que me correspondió:
el frío violeta y el horror de la España
del grito sofocado por los ríos de sangre
que pudrieron mis ojos infantiles.
Los grumos del dolor inconcebible,
mis tres mejores versos, escritos al futuro
en la sangre más joven, más entera,
coagulada en las rosas fallidas del invierno.
Abrí sin compasión los labios de la herida
para mostrar el cráter de lavas destructoras,
la triste cordillera de cenizas
que invadieron la aorta y ahogaron el amor.
Es hora de callar, todo está dicho.
Elvira Daudet
martes, 8 de enero de 2013
CORRALES PUBLICA EN HAZVERSIDADES
Tras resistirse dos años a la
tentación de publicar en papel, Paloma Corrales edita su primer libro en
Hazversidades Poéticas. Ya he dicho en alguna ocasión que no conozco a nadie
capaz de decirle que no a Jaime Alejandre. Su poder de persuasión reside en su
amor apasionado por la poesía y en la autoridad de su buen criterio poético:
publicar con Alejandre es un salvoconducto de calidad en el mundo de la poesía.
Paloma Corrales inaugura el nuevo curso poético, el día 29 de enero en el Café
Comercial, sumándose a la larga lista de poetas hazversos que en los tres
años precedentes, pese a las privaciones culturales impuestas por la
crisis económica, han engrosado y dado cuerpo definitivo a una excelente
colección de poesía. Una buena noticia para sus numerosos seguidores.
El libro de Paloma Corrales, que
he tenido el privilegio de leer anticipadamente, es de un delicado lirismo
surreal, pura esencia poética; sus versos, leves como plumas y frágiles
como perlas de lluvia, me producen el mismo efecto que la música de Erik Satie,
que nos va penetrando dulce, lentamente, hasta anegarnos el alma de tristeza.
Su denodado afán de perfección, en la búsqueda de la belleza, me recuerda el de
un jardinero japonés que elige el espacio idóneo, estudia concienzudo el plano
de la luz, mezcla las tierras, planta el árbol y lo poda minuciosamente cada
día. El resultado es una brevedad que resume y define la belleza.
Como veterana y miembro de
más edad doy la bienvenida a Paloma a la casa hazversa y mi enhorabuena
por este hermoso primer libro.
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